La UE acordó ayer incrementar las medidas de control ante la posible llegada del virus de la gripe aviar, pero dejó margen de interpretación a los distintos Estados. Se recomendó que en las zonas de alto riesgo los animales sean mantenidos a cubierto.
Cada uno de los Veinticinco actuará conforme a las circunstancias nacionales para evitar el contacto entre aves de corral y las silvestres. Se consideran zonas de riesgo las que están en áreas de sobrevuelo de aves migratorias, las que se hallan cerca de humedales y las que tienen granjas avícolas con los animales al aire libre. Los Gobiernos deberán comunicar a Bruselas antes del 5 de noviembre las medidas adoptadas. Por ahora no se considera necesario prohibir la caza, si bien se pide a los cazadores prudencia e higiene en el trato con las aves abatidas y que informen de cualquier anormalidad que detecten.
La estrategia se definió considerando que las aves muertas la pasada semana en Rumania perecieron a consecuencia del virus altamente patógeno que desde 2003 ha causado más de 60 muertes humanas en Asia y que ha afectado a Turquía. Para hoy está previsto conocer si ese virus es de la cepa H5N1 o de otra no tan dañina.
Una fuente de la Comisión alertó contra el desencadenamiento de una histeria. El paso del mortífero H5N1 de las aves a las personas se produce por inhalación, como ha ocurrido en Asia, donde animales y personas viven en estrecho contacto. "Es muy poco probable que en Europa se vayan a producir esas condiciones de hacinamiento y contacto", apuntó un colaborador de Markos Kyprianu, comisario de Sanidad.
Bruselas va a enviar especialistas a Bulgaria y Turquía para analizar la situación. Se sumarán a los que a principios de semana viajaron a Rumania y fueron testigos de que el virus detectado en el delta del Danubio era del grupo H5.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de octubre de 2005