El cambio de toma del trasvase del Júcar al Vinalopó es "el mayor atentado de Estado contra la provincia de Alicante", en palabras de Andrés Martínez, presidente de la Junta Central de Regantes del Vinalopó que se reunió ayer en Alicante con los consejeros de Infraestructuras y Agricultura, José Ramón García Antón y Juan Cotino. El Consell defiende el anterior trazado y está dispuesto a subrogarse la obra y destinar 33 millones de euros para su ejecución. Tal intención es imposible de cumplir si el Ministerio de Medio Ambiente, que ha decidido el cambio de trazado, no lo autoriza.
"Ofrece más agua para Alicante, con el consenso de la cuenca cedente y con más garantías"
El anuncio del Ministerio de Medio Ambiente del cambio de toma de la conducción Júcar-Vinalopó irritó a los regantes y a los dirigentes del PP, que criticaron con dureza esta decisión y cargaron contra el gobierno de Zapatero y acusaron a Esquerra Republicana y a la asociación Nueva Cultura del Agua de ser "la mano negra" de esta operación, según el consejero García Antón. El Consell insistió en que está dispuesto a subrogarse la obra en marcha para acometer los tramos pendientes del trasvase. La inversión necesaria, 99 millones de euros, la financiarían a partes iguales la UE, los usuarios y la Generalitat. No obstante, García Antón reconoció que esta operación debería ser autorizada por la ministra, Cristina Narbona. Tanto los regantes como el Consell anunciaron que emprenderán todas las medidas legales a su alcance para mantener la toma anterior, y los regantes están dispuestos a manifestarse en Madrid coincidiendo con las reuniones del Consejo de Ministros bajo el lema "el Júcar-Vinalopó, existe".
Juan Cotino, consejero de Agricultura, exigió agua de calidad y vinculó directamente el cambio de toma con el apoyo "del tripartito catalán a los presupuestos del Estado".
Mientras el PP y los regantes de Alicante subían el tono de la confrontación política, desde el ministerio se lanzaban mensajes de tranquilidad. José María Marugán, consejero delegado de Aguas del Júcar, aseguró que "el trasvase Júcar-Vinalopó es una prioridad incuestionable". Añadió: "No escatimaremos esfuerzos para que el trazado Cullera-Villena sea una realidad lo antes posible". En el mismo sentido, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan José Moragues, se mostró convencido de que "con esta medida, Alicante tendrá el agua que necesita, y podrá solventar, con más garantías, sus necesidades hídricas de futuro". El nuevo trazado es "una solución definitiva que garantiza a toda la provincia alicantina más seguridad y más autonomía", dijo Moragues. "El Gobierno ha tenido siempre presente este objetivo. Precisamente, por esa razón impulsa un nuevo trazado de la conducción Júcar-Vinalopó. Porque ofrece más agua para Alicante, con el consenso de la cuenca cedente y con más garantías", destacó el presidente de la Confederación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de octubre de 2005