El poder de la Comisión en materia de competencia no es ilimitado. El Tribunal de Luxemburgo se lo recuerda con frecuencia. De las 19 operaciones prohibidas por la Comisión durante los últimos quince años, una decena han sido recurridas ante este tribunal, que ratificó la decisión de Bruselas en cinco casos (Endemol, Gencor, Kesko Oy, Taurus Beteiligungs y EDP) y la rechazó en otros cuatro (Aitours, Schneider, Tetra Laval y Worldcom). Está pendiente aún la sentencia sobre Honeywell.
El elevado porcentaje de desautorizaciones es un serio riesgo para que Bruselas conserve esta parcela de poder. En medios jurídicos se baraja la posibilidad de que el Tribunal de Luxemburgo cree un Tribunal Especial para atender casos específicos de competencia al igual que ha hecho ya con la constitución de una sala dedicada a la Función Publica. Ese tribunal aumentaría el poder de los jueces frente a la Comisión.
Asuntos como la OPA de Gas Natural sobre Endesa, donde las presiones políticas han sido elocuentes, son una buena ocasión para que la Comisión pueda probar su independencia.
En los próximos días tiene que dirimir un asunto estrictamente contable de la OPA para decidir si el análisis de fondo lo realizan las autoridades españolas o las comunitarias. Se trata de comprobar si Endesa realiza dos tercios de su actividad en España en cuyo caso serían sus propias autoridades las que la analizarían. El Gobierno español ha dicho claramente que considera que el caso es de su competencia. Una decisión en contra de Bruselas sería difícilmente explicable en una materia en que la normativa es tan precisa y deja muy poco margen a la interpretación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de octubre de 2005