El portavoz de la ejecutiva del PNV, Iñigo Urkullu, se mostró ayer convencido de que el País Vasco no puede quedar como "ultimo reducto" de Europa condicionado por la violencia con objetivos políticos y recordó que será precisamente en ausencia de violencia y de exclusiones cuando se pueda celebrar una consulta a la sociedad vasca.
Urkullu consideró en una entrevista en Radio Euskadi que es a ETA y al Gobierno central a quienes corresponde actuar en materia de pacificación, siempre que la banda terrorista "renuncie a seguir utilizando la vía armada". "Los demás estamos para ayudar y, en la medida en que podamos ayudar, nuestro protagonismo es distinto al de ETA y al del Estado", precisó.
Sobre la eventual consulta en esta legislatura y la posibilidad de presentar de nuevo el plan Ibarretxe, el portavoz peneuvista aseveró: "Si se sufrió ese portazo [el rechazo del plan en febrero en el Congreso], vamos a intentarlo nuevamente y, en todo caso, también hemos advertido de que vamos a solicitar al Parlamento vasco que se habilite la posibilidad de una consulta a la sociedad vasca". Urkullu reiteró que dicha consulta deberá realizarse "sin violencia" y "sin exclusiones", tal y como viene subrayando el lehendakari Ibarretxe.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de octubre de 2005