Ésta es una carta abierta (no una reclamación, ¡Dios me libre!) sobre cómo se está actuando en uno de los parques públicos de Madrid. El parque Enrique Tierno Galván. Al margen de las obras que están degradando la zona (que ése es otro cantar), se está produciendo de un año a esta fecha una situación bastante "llamativa" respecto al alumbrado de todo el parque.
Cuando llega la noche y sales a pasear con tu perro, a correr..., no sabes cómo te vas a encontrar el parque. Hay tardes-noches que ni tan siquiera iluminan la zona de entrada por el barrio de Los Puertos, los lagos o la zona que se tercie; otras iluminan un número determinado de farolas, y el resto las dejan apagadas. El caso es que no conozco ningún parque de Madrid con una iluminación tan escasa como éste.
Si lo que quieren es que prolifere el tráfico de drogas, la inseguridad ciudadana, me parece bien que sigan con esa política de restricción en la iluminación del parque.
Si lo que quieren es degradar la zona, para tener alguna excusa y acabar con ella, también me parece correcta su actuación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de octubre de 2005