El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, aprovechó ayer el acto con destacados empresarios catalanes en el que le fue entregada la Llave de Barcelona para dar un toque de atención a la situación política, industrial y económica que vive Cataluña. "De ninguna manera podemos convertirnos en una referencia de problemas, de conflictos, de extravagancias o desorientación", afirmó durante su intervención, en la que también hizo un guiño a la candidatura a la presidencia de la patronal CEOE, hasta ahora oficiosa, de Juan Rosell.
"Cuenta conmigo, hoy y en el futuro, para cualquier aventura que quieras emprender", afirmó Valls, dirigiéndose al presidente de la patronal catalana Fomento del Trabajo, quien, poco antes, había destacado la "independencia política" del galardonado como su "gran fuerza" a la hora de representar a los empresarios.
La entrega del emblema, que fue otorgado por Josep Lluís Rovira y que concede una sociedad presidida por el empresario Joan Gaspart, reunió a un destacado número de representantes del mundo empresarial.
Entre los asistentes figuraba el presidente de La Caixa, Ricard Fornesa, quien apuntó que los galardonados con la Llave de Barcelona adquieren el compromiso de "informar, explicar y convencer" sobre la ciudad, tarea que, a veces, añadió Fornesa, los catalanes no han sabido "hacer bien". El presidente de la primera caja española calificó de "realmente confiable" a Miquel Valls, informa Efe.
La "fábrica de España"
En su discurso, Valls aludió a la "gran trascendencia" del momento que viven Barcelona y Cataluña y a la necesidad de "ser capaces de enviar las señales adecuadas a las grandes compañías, que desde hace muchos años, algunas desde hace más de 100, están aquí, y también a las que se han instalado recientemente". A juicio de Valls, Cataluña es, pese a los problemas que golpean a algunos sectores productivos, "la fábrica de España".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de octubre de 2005