El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, atendió ayer las quejas de los partidos que integran su Ejecutivo (PSC, ERC e ICV) y aceptó posponer "días o semanas" la remodelación de su Gabinete, que él sigue considerando "necesaria". Maragall admitió en el debate de política general, que se celebra en el Parlamento autónomo, que "no se dan las circunstancias adecuadas" para cambiar consejeros, pero añadió que abrirá consultas para "evaluar las condiciones" de la resolución de la crisis. No obstante, reafirmó su autoridad como presidente. Los representantes de ERC no aplaudieron su discurso.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de octubre de 2005