Resulta muy lamentable que noticias como la gripe aviar -por otra parte, un gran negocio para la multinacional farmacéutica suiza Roche, que se niega a liberar la patente- eclipsen totalmente la auténtica pandemia de nuestro tiempo: los accidentes de tráfico.
El fin de semana pasado se vivió uno de los peores episodios con más de 40 muertos en las carreteras españolas. Un problema tan grave requiere una acción más inteligente que la que lleva a cabo la Administración, limitada fundamentalemente a culpabilizar al conductor por muy culpable que sea e incrementar el importe de las multas, políticas con un resultado casi delictivo atendiendo a su demostrada ineficácia.
Tampoco servirá de mucho más la próxima instauración del carnet por puntos, que parte de un planteamiento absurdo: si de lo que se trata es de que -como mínimo- no se vulneren las normas, ¿por qué se ha de esperar a la comisión de infracciones para restar puntos en el carnet y reeducar al conductor a posteriori.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de octubre de 2005