La acusación particular solicita dos penas de 25 años de cárcel para el mosso d'esquadra Josep Lluís Rua Barreira, acusado de matar a su esposa y a su suegra el 3 de mayo de 2004 en Lliçà de la Selva. La investigación judicial del caso ya está concluida y, una vez que el fiscal y la defensa presenten sus escritos, el caso se remitirá a la Audiencia de Barcelona, donde se celebrará un juicio con jurado.
El abogado de la familia de las víctimas, Manuel González Peeters, considera que el mosso ideó un plan para matar a su esposa porque tenían desavencias y que le asestó 10 puñaladas mortales cuando se encontraban a solas en su domicilio. Posteriormente, según la acusación, el agente simuló un robó para confundir a los investigadores y removió toda la casa, rompió un cristal de la cocina y dejó "toda una serie de pistas falsas hábilmente situadas en lugares estratégicos". Mientras eso sucedía, llegó a la vivienda la madre de la fallecida, entró en la casa y recibió también 16 puñaladas mortales. El policía está en libertad porque la justicia consideró que no había pruebas claras contra él.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de octubre de 2005