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Lleida es la única provincia en la que aumentan los accidentes mortales en carretera

Las medidas adoptadas por la Generalitat para reducir la siniestralidad en las carreteras han servido de poco en Lleida, la única provincia en la que ha aumentado el número de muertos en accidente de tráfico. En lo que va de año han perdido la vida en las carreteras de esta demarcación 77 personas, el 3% más que en el mismo periodo de 2004. En el conjunto de Cataluña, el número de accidentes mortales ha bajado el 5,6%.

La Generalitat quiere dar un nuevo toque de atención a los automovilistas para que extremen la precaución y con esa finalidad ayer anunció la instalación de más controles de alcoholemia y la colocación de más radares en las vías más conflictivas, tras haberse comprobado la eficacia de estas medidas. Al mismo tiempo, en colaboración con los ayuntamientos, se iniciará una campaña de seguridad viaria dirigida al colectivo inmigrante, que tiene otras costumbres.

El exceso de velocidad combinado con factores meteorológicos adversos y la conducción bajo los efectos del alcohol sigue siendo la principal causa de los accidentes mortales. La N-240, la autovía A-2 y la C-13 son las vías que acumulan mayor número de accidentes mortales.

Ferran de Noguera, responsable del Servicio Catalán de Tráfico en Lleida, señaló que la Administración apuesta por actuaciones menos sancionadoras y más preventivas, como la colocación de radares en batería que obligan a los automovilistas a disminuir la velocidad. En este sentido, añadió que el radar instalado en la autopista AP-2 ha conseguido que el número de víctimas mortales haya pasado de ocho a una.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de octubre de 2005