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OPINIÓN DEL LECTOR

Yo soy Fernando Alonso

Trabajo a 15 minutos de casa y entro a las 8.30, pero me levanto a las 5.45.

Preparo la mininevera con una comida y dos meriendas, visto tres cuerpos y, después de llantos, coletas y jarabes, arrancamos.

El circuito. Ahora es dos kilómetros más largo y le han añadido curvas, chicanes..., pero no importa, lo conseguiremos.

Primera parada, la guardería (somos los primeros). La pequeña no se quiere quedar. Después de tranquilizarla, hay que salir corriendo y la mayor está colgada de las espalderas. El tiempo se agota, hay que jugarse el todo por el todo y, cruzamos dos carriles, el motor ruge.

Segunda parada, el colegio. Quiere que me quede a desayunar. Le explico por qué me tengo que ir y que voy a llegar tarde.

Último tramo. Destino, el trabajo. Estas obras son imposibles de bordear. Hay que cruzarlas y ya son las 8.00. Cuento nueve veces la secuencia rojo-verde. Por fin, llego. Entro en mi puesto a las 8.29.¡Enhorabuena, campeón! ¡Enhorabuena, campeones!

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de octubre de 2005