Mijaíl Jodorkovski, que llegó a ser el hombre más rico de Rusia como propietario del gigante petrolero Yukos, ingresó ayer en un penal de Siberia para cumplir una condena de ocho años por estafa y evasión fiscal. La prisión está ubicada en Krasnokámensk, un lugar a 6.600 kilómetros de Moscú, cerca de la frontera con China y Mongolia.
Jodorkovski, de 42 años, hizo fortuna durante los años noventa gracias a sus contactos en el Kremlin, pero cayó en desgracia tras la elección de Vladímir Putin como presidente. Muchos ven en su procesamiento una venganza del líder ruso.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de octubre de 2005