El Gobierno de Castilla-La Mancha anunció ayer que recurrirá el trasvase ante el Tribunal Supremo porque "no es prudente y no está justificado". La consejera de Obras Públicas, Maria Encina Álvarez, criticó "las presiones irresponsables de los regantes de Murcia", que con el apoyo de su Gobierno autónomo "ponen en riesgo el abastecimiento de sus propios vecinos". El presidente de Castilla-La Mancha, José Maria Barreda, que ayer reconoció que tuvo "una fuerte discusión" por este nuevo trasvase con la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se reunirá el martes con la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, para intentar un frente común en la defensa del agua del Tajo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de octubre de 2005