Me pongo en la piel de los consejeros en los que Pasqual Maragall no confía. ¿Cómo pueden desarrollar su trabajo como si nada hubiera pasado? Saben que son el punto de mira de la siguiente remodelación del Govern y eso los puede afectar muy negativamente a ellos y a todo el país. Quien sale realmente perjudicada de esta nueva crisis es Cataluña, porque ahora tiene ocho consejeros que saben que no tienen la confianza del presidente y que pronto o tarde serán cesados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de octubre de 2005