Las gradas de Highbury se quedaron ayer mudas. No cuando el laureado Ian Wright, en el centro del campo, le obsequió a Henry con un cañón plateado por haberle superado en número de goles (186) con los gunners, sino cuando Pires trató de emular el penalti que inventó Johan Cruyff el 5 de diciembre de 1982 con el Ajax ante el Helmond Sport. Cruyff llegó al punto de penalti y, sorprendentemente, tocó la pelota a la izquierda para Jesper Olsen, que se la devolvió para que el 14 marcara.
Ayer, el Arsenal vencía 1-0 al Manchester City gracias a un penalti transformado por Pires. Y Bergkamp fue derribado en el área de nuevo. Pires, encargado de tirar las penas máximas, puso la pelota en el punto de cal. Pero cuando el árbitro pitó, Pires no lanzó, sino que trató de cederle el cuero a Henry con la suela de la bota. Si la pelota hubiera dado dos vueltas hacia delante y Henry hubiese marcado, todo correcto. Pero Pires tan sólo la rozó, la balanceó en el sitio, Henry pasó de largo y un defensa del City despejó. El árbitro, luego, señaló falta porque la pelota no rodó. "Hizo eso porque estaba un poco inseguro", argumentó Arsene Wegner, técnico del Arsenal. "Su intención no era faltar al respeto, sino que tomó una mala decisión", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de octubre de 2005