Queremos agradecer a los padres de la Catequesis de la Parroquia de San Antonio dos cosas muy importantes: la primera, que dejen a nuestras niñas sin fotos en el día de su comunión, y la segunda, que nos hayan hecho ver que, por no estar dispuestas a aceptar su presupuesto y ellos a rechazar otro con el que todos cubríamos nuestros deseos y necesidades monetarias (las nuestras por lo menos), nos hayamos dado cuenta de lo egoísta que, según ellos, somos, porque no están dispuestos -según sus propias palabras- a sacrificarse por nuestro requerimiento.
Ante esto, sólo nos consuela el refrán: "Mal de muchos, consuelo de tontos", o sea, hemos descubierto que los hay más egoístas aún. Que Dios nos conserve la caridad mucho tiempo. Amén.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de octubre de 2005