Vivo en Sant Andreu, tengo una hija de seis meses y cada mañana, para ir a trabajar, he de esperar durante media hora el autobús B20. Durante la espera veo pasar dos autobuses de la línea 40, no adaptados para coches de bebé o sillas de ruedas, y cinco o seis de la línea 73, todos ellos adaptados. Me pregunto si la razón es que esta última línea va a la zona alta de Barcelona (la Salle Bonanova) y los ciudadanos ricos tienen más derechos que los que no lo somos tanto.
Se nos pide que tengamos más hijos y luego no nos dan ninguna facilidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de octubre de 2005