Leímos con interés el comentario de Jesús Mota (Un mar de evidencias, 2 de octubre de 2005) sobre el libro La estrategia del océano azul. El error que propaga Jesús Mota es precisamente que los analistas de estrategia y gestión ofrecemos soluciones prefabricadas. Kim y Mauborgne no nos dan un "mapa del tesoro", sino una metodología para informar nuestras opciones. Éste es el elemento central de todo buen estudio estratégico, todos los cuales están por naturaleza restringidos a lo que ya conocemos.
Asimismo, el argumento del "toro pasado" de la aparición de nuevos mercados ignora las incontables empresas que han captado nuevos espacios competitivos en sectores existentes, como Starbucks, Southwest Airlines y Cemex. Más allá, el informarnos sobre nuevos mercados potenciales se basa tradicionalmente en el análisis de tendencias y escenarios, elementos a los cuales Kim y Mauborgne les dan una importante dimensión de creatividad, sentido práctico y efectividad. Esto lo hemos podido constatar por medio de implantaciones exitosas de los conceptos de La estrategia del océano azul en empresas por todo el mundo.
La verdadera tautología en este caso reside en que, como "resulta prácticamente imposible identificar hoy cuáles serán los negocios con éxito en los próximos 10 años", debamos dejar a un lado cualquier intento por informarnos al respecto. Como sabe cualquier ejecutivo, es difícil definir una buena estrategia, más aún lograrla. Lo que ofrecen los métodos de Kim y Mauborgne no es una "clave secreta", sino una manera innovadora de analizar su empresa, su industria y sus oportunidades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de octubre de 2005