La Justicia francesa condenó ayer a 18 años de prisión a cada uno de los cuatro etarras procesados por el robo de 1,6 toneladas de dinamita industrial cerca de Grenoble, el 7 de marzo de 2001. El Tribunal Especial de lo Criminal de París considera probado que Alberto Ilundain Iriarte, de 43 años, Gregorio Vicario Setién, de 47, y María Dolores López-Resina, de 54, los tres españoles, y Didier Aguerre, francés de 29 años, participaron en ese robo y que conocían el uso criminal que la banda pretendía dar al explosivo.
Con esa dinamita, ETA intentó 15 atentados y consumó 45 que provocaron la muerte de ocho personas, entre ellos un niño de seis años, y casi 200 heridos. El tribunal decretó la obligación de que los etarras pasen al menos la mitad de la pena en prisión. A petición de la fiscalía, que solicitaba 20 años de prisión, el tribunal dictó la prohibición definitiva de residir en Francia para los tres españoles. Una quinta etarra imputada en este proceso, Ohiane Errazquin, se suicidó en julio de 2003 en una cárcel francesa. La sentencia afirma que el robo fue realizado por un grupo de "entre seis y ocho personas".
Los condenados secuestraron durante varias horas a la familia de un dirigente de la empresa Titanite, incluidos sus hijos pequeños, para robar el explosivo de un almacén de la localidad de Saint Quenin sur Isre, además de 23.500 metros de cordón detonante y 28.689 detonadores. En otro depósito de esa empresa en Bretaña, ETA sustrajo, en septiembre de 1999, 8,7 toneladas de explosivos.
Por otro lado, el Tribunal Correccional de París condenó a cinco años a Joel Sistiague, un militante francés de la organización juvenil Segi, por actos de kale borroka cometidos en territorio francés.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de octubre de 2005