Los componentes del grupo musical Perkustra han cosechado tal éxito en sus actuaciones dominicales en el Teatro Gran Vía (Gran Vía, 66, a las 12.30), con el espectáculo Historia de un percusionista que ahora se prorrogran sus actuaciones para todo el mes de noviembre.
A partir de una idea de la compositora y pedagoga musical Ruth Prieto y con la dirección escénica de Guillermo Heras, se diseñó el montaje, que recorre las músicas de diferentes épocas y plantea cómo el ser humano ha necesitado de esta expresión artística ya desde la Prehistoria.
Por otro lado, el festival Semanas Internacionales de Teatro Para Niñas y Niños sube este fin de semana a distintos escenarios de la capital con interesantes propuestas: Estaciones (Sala Cuarta Pared. Ercilla, 17. Domingo, 12.30 y 17.30), de la compañía italiana La Baracca, plantea de forma sencilla y poética una reflexión sobre el paso del tiempo y el ciclo vital. La obra está recomendada para público de edades entre uno y cinco años.
En Penélope (Centro Cultural Paco Rabal. Felipe de Diego, 11. Sábado, 19.30 y domingo, 12.30), una cantante-actriz y una bailarina se apoyan en una serie de objetos (carretes de hilo, relojes de arena) para hacer referencia al tejer y destejer de este personaje mítico, que la compañía belga Parcours-Felicette Chazerand acerca al público de 7 a 12 años.
Fuera del festival, la sala Triángulo (Zurita, 20) exhibe uno de los textos históricos dentro del teatro infantil contemporáneo. La obra El generalito (sábados y domingos, 18.00), del autor chileno Jorge Díaz, constituye un alegato implacable contra el abuso de poder y las dictaduras. La acción transcurre en un país gobernado por un general de escasísima estatura, que obliga a sus gobernados a caminar de rodillas para que no superen su altura. Un niño, que observa el vuelo de un ave, decide ponerse en pie y es el inicio de una revolución. La obra, recomendada para público de 5 a 11 años, ha sido llevada a escena por la compañía madrileña Fantasion Teatro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de octubre de 2005