Esta mañana junto con el primer café me he tenido que "tragar" también una nueva salida de tono del perdido socialista (si socialista, aunque no lo parezca) que esta al frente del gobierno catalán. Nuevamente Pasqual Maragall se vuelve a acordar, de la misma manera que siempre, de Andalucía para hacer una declaraciones en las que ha dicho que "la Andalucía profunda terminará aceptando el Estatuto catalán".
Querido socialista, esta Andalucía profunda a la que usted hace referencia es una tierra rica y sabia, llena de matices, acostumbrada a luchar, hoy más que nunca, contra el destino que otros pretenden escribir a sus espaldas. Esta tierra es la que durante décadas ha visto cómo sus hijos tenían que marcharse, huyendo, ante la falta de expectativas laborales en busca de un futuro mejor, a otras zonas más industrializadas, entre ellas Cataluña. Víctima durante años de una salvaje represión, saqueada por caciques cortijeros, abocada durante décadas a la despoblación por la falta de inversiones estatales e hipotecada por la indolencia del PER.
Durante décadas, Cataluña, sin embargo, no ha dejado de recibir las suficientes ayudas y apoyo estatal para su desarrollo como para que, actualmente, en un ejemplar y sorprendente ejercicio de solidaridad, decida gestionar sus propios recursos económicos.
Hoy más que nunca ésta, nuestra Andalucía, quiere ser dueña de su propio destino y escribir por sí misma las primeras líneas de su futuro. Así que, amigo "socialista", deje ya, de una vez por todas, de menospreciar a Andalucía y olvídese de ella para siempre. Olvídese y sigan ustedes construyendo esa Cataluña tan "solidaria" que promulgan.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de octubre de 2005