A los transportistas se les exige no superar un número de horas seguidas de conducción, para aumentar la seguridad vial y prevenir accidentes. Todavía no ha habido ninguna organización de consumidores que haya puesto el grito en el cielo por las peligrosas condiciones del ejercicio de la medicina, en los turnos de guardia de los centros de salud. Es posible que desconozcan que dichos turnos pueden llegar a superar las 24 horas. Se supone que a un servicio de urgencias puede llegar cualquier situación amenazante para la vida de los usuarios que requieren un análisis lúcido y rápido de la situación y una toma de decisiones que comporta una considerable responsabilidad. Los médicos de cabecera llevamos muchos años quejándonos de esta situación y los poderes públicos no toman en serio medidas para garantizar una correcta atención urgente. Me gustaría llamar la atención a las organizaciones de consumidores para que exijan de las administraciones una organización racional de los servicios de urgencias, que garantice la capacitación psicofísica, además de profesional, del personal que atiende a las urgencias y que el tiempo ininterrumpido de atención no supere la capacidad de discernimiento del profesional (en Gran Bretaña, los turnos no superan las seis horas seguidas). Aumentaría la seguridad de la población y la calidad de la urgencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de noviembre de 2005