Salvador Milà, consejero de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat ha presentado en estos días el anteproyecto de la nueva Ley de la Vivienda para Cataluña. Según sus explicaciones, la ley incluye un número de viviendas protegidas para jóvenes y ancianos. ¿Y qué pasa con los discapacitados en silla de ruedas, los tendrán en cuenta alguna vez?
Vivo en un piso de alquiler con mi madre de 83 años y con mi hijo de 17 que tiene el 79% de discapacidad. El piso -un sexto situado en una calle de mucha pendiente- no se puede adaptar. Mi hijo ni tan sólo puede entrar en el baño y si no hubiera sido por la comunidad, que gestionó el elevador para salvar los 11 escalones de la entrada, estaría condenado a no poder salir nunca y no poder continuar con sus estudios.
Si hay una ley que obliga a destinar el 5% de puestos de trabajo a los discapacitados, ¿por qué no ocurre lo mismo en proyectos de viviendas protegidas? Llevo tres años intentando encontrar respuestas en el Patronato Municipal de la Vivienda y la respuesta ha sido siempre muy simple: no hay nada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de noviembre de 2005