En las páginas centrales del suplemento de la Comunidad Valenciana del pasado sábado, dos fotografías se enfrentaban de manera paradójica. En la página par, Joan Francesc Mira saludaba a quienes le rendían un justo homenaje por ser uno de los escritores más lúcidos e importantes de nuestra tierra. Llegada la hora de su jubilación, las aulas universitarias pierden a un intelectual cuyo rostro expresaba la serenidad de un pensamiento cultivado y el temple de una persona pacífica. En la página impar, un grupo de jóvenes enfurecidos y violentos se enfrentaban a unos desbordados guardias de seguridad para tomar por la fuerza el aula en la que Shlomo Ben Ami iba a impartir una conferencia. Sus caras crispadas mostraban que no habría palabras ni razones capaces de contener su airada energía. Con sus gritos negaron que el debate y la reflexión pudieran tener lugar en su ámbito natural. Y nos quedan las dos fotos, unidas en un diálogo imposible, para pensar en el pasado y en el futuro de nuestra universidad, de nuestra sociedad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de noviembre de 2005