La planta de Altadis de Cádiz -una de las más importantes de la compañía tabaquera- comenzó ayer a empaquetar la última producción de puros que se terminaron de fabricar el viernes pasado: 56.000 cigarros Farias. Se trata de la última actividad de la fábrica de puros antes del traslado de esta actividad y de la maquinaria a la fábrica de Cantabria. El cierre de esta fábrica supondrá la pérdida de 70 empleos y de "una seña de identidad y uno de los valores añadidos" de la factoría gaditana, según lamentaron ayer los sindicatos, porque está asociada a la figura de las cigarreras.
Esta medida se incluye dentro del Expediente de Regulación de Empleo que afectará a 176 trabajadores, de los que 159 se han acogido al proceso de bajas voluntarias propuesta por Altadis. Si se cumplen las previsiones sindicales, Altadis deberá comunicar que fórmula adoptará con las 17 plazas pendientes hasta completar las 176 bajas, aunque la Junta ha comunicado a esta empresa que le retirará las subvenciones si adopta despidos o traslados forzosos.
El parlamentario andaluz de IU por Cádiz, Ignacio García, lamentó el cierre. "Tiene un triple valor negativo: cultural, económico pero, sobre todo, de género por el significado de la incorporación laboral de la mujer que no creemos que haya sido valorado".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de noviembre de 2005