"Luchamos porque la urbanización no se marbellice. Esto es un aviso porque no estamos dispuestos a tolerarlo". Manuel Jaén y la asociación de vecinos de la urbanización Pinares de San Antón de Málaga asistieron ayer al comienzo del derribo de un muro de 92 metros de largo y seis de alto declarado ilegal tras once años de litigio.
Debido a la inclinación del terreno, una promotora alzó el muro para poder edificar 16 viviendas contra las normas de dicha comunidad de propietarios al superar los tres metros de altura, y el Tribunal Supremo ordenó demolerlo tras una primera sentencia dictada en 1994. Una excavadora comenzó ayer el derribo.
El abogado de la promotora, Luis Ramos, criticó la actitud de los vecinos y aseguró que tan pronto culmine su derribo en unas dos semanas, la promotora volverá a construir un muro de menor altura, ya que cuenta con el permiso municipal para su construcción. "Tíralo y mañana lo construyo yo de nuevo", avisó Ramos. El Ayuntamiento de Málaga concedió una licencia de obras a la promotora en la que ahora trabaja el que entonces era gerente de Urbanismo, Andrés Gutiérrez Istria, para construir cinco viviendas, proyecto que contemplaba el mantenimiento del muro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de noviembre de 2005