El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite), que agrupa a la mayor parte de las víctimas de ETA en Euskadi, anunció ayer mismo que no comparecerá ante la ponencia que se constituyó en la Cámara dentro de la Comisión de Derechos Humanos. A su entender, el grupo de trabajo, tal y como fue constituido y nombrado ayer, "no sirve de instrumento de participación para las víctimas del terrorismo" puesto que puede "confundir situaciones de distinto origen".
Este grupo expresó a través de un comunicado "una primera opinión negativa", tanto por la denominación adoptada, que excluye el término "terrorismo" y a su juicio abre con ello las puertas a las víctimas "de otros tipos de violencias", como por la presencia de EHAK. Lo primero "relativiza" las reclamaciones de las víctimas del terrorismo, mientras que lo segundo supone, señaló ese colectivo, "una gran decepción" y "un nuevo insulto a la memoria de las víctimas".
Covite exigió en su comunicado al presidente de la Comisión de Derechos Humanos, el peneuvista Iñigo Urkullu, que concrete a qué tipo de víctimas atenderá la ponencia y le recordó que "ni uno sólo de los acuerdos" aprobados en febrero se ha cumplido aún. Al resto de los grupos les pidió que "soliciten la no presencia de personas que cuentan con el apoyo de la ilegalizada Batasuna y que se niegan a condenar atentados terroristas".
Tampoco la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) se mostró conforme. A juicio de este grupo, la presencia en la ponencia de una representante de EHAK, la diputada Itziar Basterrika, supone "un ultraje a la memoria de los afectados por la barbarie terrorista y pone de manifiesto la nula voluntad de la mayor parte de los grupos políticos integrantes del Parlamento vasco de finalizar de una vez por todas con la amenaza terrorista". La AVT se declaró "perpleja" ante la situación provocada por esa presencia de EHAK que permitirá, "que quienes tanto dolor y sufrimiento han causado a la sociedad española puedan volver a sentarse en la Comisión de Derechos Humanos".
Fuentes de la Fundación Buesa, que ya mostraron anteayer a este periódico sus reservas sobre la utilidad de comparecer de nuevo ante la ponencia para reiterar los mismos planteamientos que ya transmitió su presidenta, reiteraron su exigencia de que "se cumpla lo acordado" en 2003 y aprobado en pleno en febrero de este año, antes de contemplar cualquier otro planteamiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de noviembre de 2005