En Cataluña ha aumentado la tasa de natalidad hasta ser la más alta de los últimos 25 años, pero este incremento se debe al mayor número de hijos de los inmigrantes. A ellos corresponden más del 20% de los nacidos (el 30% en Girona). Si las parejas catalanas no se deciden a tener más hijos, me parece que todo lo que el proyecto de Estatut prevé para reforzar la identidad y el catalán puede no servir para nada. Posiblemente tengan mucho que ver las pocas ayudas a la natalidad. Tengo siete hijos, y las ayudas que he recibido de los sucesivos gobiernos para criarlos y educarlos han sido pura miseria, a pesar de creer que con ellos he contribuido a la identidad nacional y a la grandeza de Cataluña mucho más que muchos de los que con tanto ahínco defienden el nuevo Estatut, en el que tampoco he visto un interés especial para proteger a las familias numerosas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de noviembre de 2005