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OPINIÓN DEL LECTOR

Desde mi ventana

Desde mi ventana contemplo cómo las vallas cercan el arbolado de la calle de Aniceto Marinas y observo amenazantes marcas en la ribera del Manzanares que anuncian nuevas obras ligadas a la nefasta M-30. Me temo que estemos nuevamente ante un atentado contra el arbolado madrileño.

Sé que se nos prometerá plantar nuevos árboles por cada árbol hecho leña, pero, a mi entender, eso es similar a prometer repoblar un pueblo aniquilado tras un genocidio con los hijos de las mujeres violadas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de noviembre de 2005