Al ritmo que va la construcción, dentro de unos cuantos años la Comunidad Valenciana será un inmenso campo de golfos. ¡Huy! ¿en qué estaría yo pensando? Quería decir un inmenso campo de golf rodeado de urbanizaciones y, claro está, sin agua... de momento. Pediremos el agua a los franceses, que tienen mucha y ellos, a cambio, nos pedirán que se la paguemos en naranjas y productos hortofrutícolas. Pero en la Comunidad Valenciana ya no habrá naranjas y productos hortofrutícolas, porque como todo será un inmenso campo de golf rodeado... ¿os enteráis, Eduardo y Francisco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de noviembre de 2005