Los damnificados de la fábrica Ardystil, afectados por el síndrome laboral que costó la vida a seis operarios y afectó a un centenar en una fábrica de L'Alcoià-Comtat, recibieron entre el lunes y el martes el resto de las indemnizaciones que la Generalitat Valenciana debía aportar como responsable civil subsidaria del caso. Sólo los operarios de Ardystil, la única factoría que visitó el inspector condenado por no detectar las irregularidades en la firma, han cobrado
las indemnizaciones.
Entre el lunes y martes, la Generalitat abonó a los afectados 1,4 millones, la misma cantidad que abonó en la primera entrega, en febrero. La Administración fraccionó los pagos de resultas de que la sentencia, interpuesta en primera instancia por la Audiencia de Alicante, no era firme. Entre los 22 de los 26 damnificados que acudieron ayer, estuvo Susana Javaloyes, una de las operarias más gravemente afectadas con un trasplante bipulmonar y múltiples dolencias. Javaloyes lamentó que otros afectados, aquéllos que no trabajaron en Ardystil, no cobren las indemnizaciones. Cuarenta trabajadores están a expensas de la decisión última del Tribunal Constitucional.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de noviembre de 2005