El secretario de Educación del PSPV, Miquel Soler, negó ayer que la Ley Orgánica de Educación (LOE) suponga un ataque a la libertad de los padres para elegir centro, tal y como denuncia la Iglesia, el Partido Popular y algunas patronales de la educación concertada. Lo que la LOE pretende, según Soler, es evitar que los centros "elijan a las familias", como ocurriría hoy.
Si un centro recibe 300 solicitudes y dispone de 200 plazas, añadió el secretario de Educación, la dirección busca y encuentra mecanismos para seleccionar al alumnado. La consecuencia es que los chavales "con especial dificultad de aprendizaje" se concentran en algunos centros de la red pública. Soler rechazó también que la reforma discrimine a la religión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de noviembre de 2005