Desde que Lluís Pasqual llevó al María Guerrero Comedia sin título, en 1989, nadie se había atrevido a repetir la hazaña de llevar al escenario la obra inacabada de Federico García Lorca, escrita en 1935. El Teatro de la Abadía de Madrid no sólo se ha lanzado a la producción del texto del dramaturgo y poeta granadino, sino que, además, ha conseguido que el director portugués Luis Miguel Cintra (Madrid, 1949), una figura fundamental de la cultura escénica lusa, dirija la obra, acompañado de sus colaboradores Cristina Reis y Daniel Worm, en la escenografía y la iluminación, respectivamente. Encabezan el reparto Alberto Jiménez, Ernesto Arias y Lucía Quintana.
Cintra explicó en la presentación del espectáculo, que se estrena hoy y estará en cartel hasta el próximo 15 de enero, la "dificultad" de llevar al escenario la obra, precisamente por el "carácter fragmentario del texto" y por el problema que plantea sobre "la ambigüedad entre el espacio y la circunstancia real de la función y el espacio imaginario creado por la obra misma". El director ha enriquecido el montaje con pasajes de otros textos de Lorca, así como con fragmentos de entrevistas y conferencias del poeta y de un auto sacramental de Calderón de la Barca.
La obra comienza con el diálogo entre un autor y un director de escena, en el que el primero le explica al director que su responsabilidad cívica le obliga a cambiar el teatro y llevar la realidad de una sociedad donde hay hambre al escenario, pero se ve interrumpido por la verdadera realidad. "Yo diría que la adaptación es un gran monólogo del personaje de un autor poblado de figuras simbólicas", señaló Cintra, fundador del Teatro da Cornucópia y experto lorquiano.
"Un trabajo como éste exige al espectador un trabajo intelectual frente al teatro de hoy", puntualizó el director, quien añadió que Comedia sin título le exige al público un compromiso: "No basta con haber pagado una entrada y estar sentado en la butaca".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de noviembre de 2005