Señor Ruiz-Gallardón: como supongo que el próximo sábado día 12 asistirá al partido de España en el Vicente Calderón, me permito sugerirle que, por un día, deje el coche oficial y acuda utilizando el transporte público.
Por si se decide, le oriento: en primer lugar, haga acopio de paciencia porque la va a necesitar. Si va en metro, línea 5, cuando llegue al andén no se enfade si en el panel pone que llegará en 8 o 9 minutos, a veces tarda menos pero por ahí andará la cosa. Luego le hará alguna parada en el interior del túnel para que vea que es sólido y seguro. Hay quien dice que el metro de Madrid vuela, no haga mucho caso, son cosas que se dicen...
Si utiliza el autobús, línea 34, prepárese a esperar 30 minutos, ocurre con frecuencia. Eso sí, luego vendrán dos o tres seguidos y así podrá elegir. Si en uno u otro medio, tras pisotones, apreturas, empujones, llega a Marqués de Vadillo, compruebe que cartera, monedero, tarjetas, teléfono... siguen en sus bolsillos. Con cierta frecuencia algunas personas las cambian de sitio.
Cruzando el puente de Toledo, los escasos dos metros de anchura utilizables, desde Pirámides llegará al estadio sin problemas porque la entrada es escalonada. Los problemas los tendrá a la salida, porque por ese mismo sitio salen 45.000 personas, ya que no hay pasarela al otro lado del río, cosa de las obras, ya se sabe. Autobús o metro a la inversa de la entrada y a casa. Eso sí, si le regañan por llegar con los zapatos llenos de barro, explíqueles que hay algunas obras en la zona y seguro que no le regañan. Saludos, señor alcalde. ¡Ah! y que gane España.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de noviembre de 2005