Italia acabó de forma espectacular con la serie de 16 partidos sin conmocer la derrota de Holanda derrotándola a domicilio en un gran encuentro. Pese a las bajas de los mejores delanteros de ambos equipos, Robben, Van Nistelrooy, Van Persie, Totti o Vieri, el juego destacó en el plano ofensivo. Holanda, pese a su buen nivel técnico, cometió demasiados errores defensivos, al revés que Italia, y lo pagó.
Fueron los holandeses, sin embargo, los que abrieron el marcador por medio de Babel, a pase de Castelen. Pero Italia puso pronto las cosas en su sitio gracias a Gilardino, el goleador del Milan, en racha, a pase de Del Piero. Saltó más que el defensa Vlaar y cabeceó a la red. El equipo de Lippi incluso volvió a adelantarse antes del descanso. Sólo en el primer poste, Camoranesi desvió con habilidad otro servicio de Del Piero. El desafortunado Vlaar tampoco llegó a tiempo para despejar, pero no sería su única acción lamentable. Ya en la segunda parte, y poco antes de ser sustituido, no defendió bien ante el otro goleador transalpino, Toni, y éste sentenció el partido a falta de 40 minutos. Kuyt estrelló luego el balón en un poste y Holanda tuvo alguna ocasión más, pero cayó por primera vez bajo la dirección de Marco van Basten.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de noviembre de 2005