La goleada, se sabía de antemano, estaba asegurada en las gradas. Unos 6.000 ecuatorianos -de los 120.000 que residen en Barcelona- se acercaron ayer al Miniestadi para animar a su selección que, ya clasificada para el Mundial de Alemania, se enfrentó a la también mundialista Polonia, en un amistoso pasado por agua. Respaldados por un millar de seguidores, los polacos sacaron partido de las adversas condiciones meteorológicas y del pésimo estado del campo para imponerse por un contundente 3-0. Klos abrió el marcador en el minuto dos, Smolarek lo sentenció en 57 y, con el árbitro a punto de pitar y los ecuatorianos conformes, Mila acabó de aguarles la fiesta con el tercero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de noviembre de 2005