Bajo la lluvia inevitable que acompaña a Nunca Máis desde el primer día que salió a la calle, unas 7.000 personas, según la policía municipal, se manifestaron ayer en Santiago de Compostela, convocadas por la plataforma ciudadana, para recordar el tercer aniversario del naufragio del petrolero Prestige. Los portavoces de Nunca Máis volvieron a denunciar la "clamorosa falta de actuaciones y medidas" para evitar el riesgo de que Galicia sufra en cualquier momento otra marea negra.
A la marcha, la primera que se celebra desde que el PP abandonó el Gobierno gallego, asistió el vicepresidente de la Xunta, el nacionalista Anxo Quintana. El partido mayoritario en el Ejecutivo, el PSdeG-PSOE, cedió la representación a su portavoz parlamentario, Ismael Rego. Quintana anunció que esta semana propondrá a sus socios de Gobierno la declaración oficial del 13 de noviembre, la jornada en la que el Prestige se detuvo frente a Finisterre por una vía de agua, como Día da Dignidade. El vicepresidente también informó de que la Xunta va a solicitar a la Administración central el traspaso de las competencias sobre seguridad marítima.
"Dignidad" e "incompetencia" volvieron a ser también los gritos más coreados por los manifestantes en su recorrido por el casco histórico de Santiago. En la concentración final, en la plaza de A Quintana, el portavoz de Nunca Máis, Rafa Villar, afirmó que cada año transitan frente a las costas gallegas 130.000 buques cargados con sustancias peligrosas. "Y los medios con que contamos casi mil días después del Prestige difícilmente serían eficaces para detener una marea negra o para actuar diligentemente en un caso similar", denunció Villar, quien pidió a los que tienen el "mandato legítimo" de los electores un compromiso para reforzar los dispositivos de seguridad marítima. "Nunca Máis estará aquí para recordárselo", avisó.
La consejera de Pesca de la Xunta, Carmen Gallego, anunció que se ha dirigido al Gobierno para reclamar también el pago de las indemnizaciones a los afectados. Representantes de cofradías de pescadores insistieron ayer en que están padeciendo una drástica reducción en las capturas de algunas especies.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de noviembre de 2005