No habrá "barra libre" para las grandes superfices comerciales, que requieren permiso de la Generalitat y van desde los 800 metros cuadrados en los pequeños municipios a los 2.500 en los más grandes. Lo dijo ayer el consejero de Comercio, Josep Huguet, que, ante la próxima aprobación de la ley que debe regular las aperturas, dejó claro que se autorizarán exclusivamente en las zonas donde haya crecido la población y falte oferta.
La ley que regulará las aperturas derogará la de CiU de 2000. La previsión del Gobierno catalán y de los grupos del tripartito es que el Parlament la apruebe en diciembre en el pleno escoba en el que suelen darse luz verde a las leyes urgentes en trámite. La gran novedad de esta ley es que autorizará estos centros sólo en las llamadas "tramas urbanas consolidadas", pero deja para un decreto posterior concretar qué se entiende por estas "tramas". La concesión de permisos está suspendida hasta enero de 2006, hasta que se apruebe el decreto de despliegue la ley, y la moratoria será ampliada hasta mediados de año.
El aviso de Huguet en el que afirmaba que la nueva legislación será restrictiva se produce en un momento en el que las grandes superficies, el pequeño comercio y los ayuntamientos afectados se encuentran a la espera de si el Gobierno tripartito de Pasqual Maragall será más o menos generoso que el de CiU a la hora de autorizar nuevos centros. CiU asegura que la nueva ley será más permisiva que la suya a la hora de aprobar grandes comercios, y los pequeños comerciantes, de la Confederación de Comercio de Cataluña, están preocupados.En los últimos cuatro años, la Generalitat ha aprobado 11 nuevas superficies comerciales con una extensión total de 98.000 metros cuadrados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de noviembre de 2005