"La Liga no se gana contra el Real Madrid, sino contra equipos pequeños, que no son tan importantes, pero que a veces te quitan puntos". Ronaldinho quitó presión ayer, tras el entrenamiento matinal del Barcelona, al choque del sábado en el Bernabéu. El internacional brasileño desdramatizó el panorama rebajando la trascendencia de cualquier resultado. "Es un partido que sólo vale tres puntos, y la Liga no se va a decidir ahora, porque queda mucho tiempo para recuperar los puntos perdidos", señaló.
Ronaldinho admitió, sin embargo, que el Real Madrid Barcelona es un encuentro "completamente distinto a los demás", porque "cambia el estado de ánimo de toda la ciudad, de todo el país". El centrocampista azulgrana, ya puesto a pronosticador, vaticinó un partido muy equilibrado entre dos equipos "con grandes jugadores" y, pese a que admitió que el Barcelona atraviesa un momento dulce de juego, recordó que "ser favorito no sirve de nada si no lo demuestras en el campo".
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Ronaldinho desea que el sábado se pueda ver en el Bernabéu "un buen espectáculo que divierta a todo el mundo" y, para que esto ocurra, considera necesaria la presencia de su compatriota Ronaldo. "Quiero que Ronaldo juegue, porque es mi amigo. Además, por el bien del fútbol, nada mejor que participen los grandes jugadores". Sin embargo, Ronaldinho no se atrevió a decir quién es mejor jugador, si Ronaldo o su compañero Eto'o. "Los dos son muy buenos y decisivos en sus respectivo equipos, aunque espero que Samuel sea esta vez más decisivo y nos ayude a conseguir una buena victoria", dijo.
También opinó sobre Messi y su situación tras la intención de la Liga Profesional de vetar la ficha que sí permitió la Federación Española: "Pensé que todo esto ya había acabado y que ya no tendría más problemas, pero en cualquier caso estamos tranquilos, porque tenemos claro que Messi jugará y el sábado estará con nosotros para ayudar al equipo", comentó.
Anoche, el Barcelona, sin sus titulares, salvo Deco, arrolló al Gimnástic de Tarragona, 6-0, en la semifinal de la Copa Catalunya, en Girona, y jugará la final del contra el Espanyol, que antes había goleado al Lleida (4-1).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de noviembre de 2005