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La lluvia derrumba 20 metros de la muralla romana de Tarragona

La filtración de agua es la causa más probable que barajaban ayer los técnicos del Departamento de Cultura para explicar el derrumbe de 20 metros de la muralla romana, que tiene más de 2.200 años de antigüedad. Alrededor de las 10.30 de ayer, parte del muro interno de la muralla se desplomó en la zona del Huerto del Arzobispo, lugar vetado al tráfico de peatones y visitantes situado en el interior del recinto arzobispal, por lo que no hubo heridos.

Dos días de fuertes lluvias han dejado en evidencia la fragilidad de la muralla romana, patrimonio de la Humanidad y alzada en época republicana, hacia el 217 antes de Cristo en su primera fase, y a través de los siglos ampliada, reformada y reconstruida. La muralla, de 12 metros de altura, está formada por un grueso muro exterior, un muro interior más delgado y con una base menos sólida, y un relleno entre ambos de arenas, cerámicas y piedras.

La concejal de Patrimonio, Maria Mercè Martorell (PP), explicó que este relleno no es de época romana, lo que indica que la muralla se ha reconstruido en ese tramo, pero aseguró que sí son romanas las piedras del muro interno desplomado. "Haremos lo mismo que ya han hecho los tarraconenses otras veces: rellenar de nuevo la muralla y volver a colocar las piedras", aseguró la edil.

Por otra parte, la lluvia fue también ayer la causante del descarrilamiento en Montblanc de un tren Altaria que hacía la ruta Madrid-Barcelona. Una piedra grande, producto de un deslizamiento de rocas, invadió la vía y causó la salida de la máquina del carril.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de noviembre de 2005