Unos 700 vecinos de la zona de Vall d'Hebron contrarios a la narcosala que este verano empezó a funcionar en el recinto hospitalario barcelonés cortaron ayer de nuevo la Ronda de Dalt en los dos sentidos frente al recinto hospitalario, pese a los cuatro expedientes que ha abierto la Generalitat contra cuatro de las asociaciones promotoras. Los manifestantes carecen del permiso pertiente para celebrar estas concentraciones y cortar el tráfico.
La novedad de ayer fue el despliegue de un fuerte dispositivo antidisturbios de los Mossos, que cortaron los accesos a la ronda, pero no impidieron que los vecinos interrumpieran el tráfico en el tronco central de la vía.
Los vecinos que se oponen a las salas de venopunción llevan unos cinco meses de movilizaciones. En un principio, se limitaron a concentrarse ante el recinto hospitalario, pero desde hace unos meses, cada miércoles, a primera hora de la noche, cortan la Ronda de Dalt.
Por el contrario, ayer un centenar de personas se manifestaron por el centro de Barcelona a favor de la apertura de centros de atención a los drogodependientes y en respuesta al rechazo social generado por la implantación de narcosalas, coincidiendo con el Día Mundial de la Tolerancia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de noviembre de 2005