Carlos de Inglaterra es tan sólo un acuarelista aficionado, pero buena parte del público inglés considera sus trabajos superiores a los de un pintor tan consumado como David Hockney. El diario The Times tuvo en efecto la ocurrencia de mostrar a algunos de los visitantes de la National Gallery londinense dos acuarelas, una de Carlos de Inglaterra y otra de Hockney, sin decirles quién las había pintado.
Muchos de los interrogados consideraron la acuarela del príncipe, un paisaje de montaña en Escocia, el trabajo de un profesional, y la de Hockney, titulada Carreteras y maizales, la de un simple aficionado. El heredero del trono y Hockney, uno de los grandes representantes del arte pop británico, exhiben actualmente sus respectivas obras en sendas galerías londinenses. Hockney describió generosamente el trabajo del príncipe como "el esfuerzo notable de un aficionado" y agregó que no creía que tuviera "otras pretensiones".
Las acuarelas que ha pintado Hockney de paisajes de East Yorkshire (Inglaterra) causaron sensación cuando se exhibieron en Los Ángeles (Estados Unidos) la pasada primavera, sobre todo porque era la primera vez que utilizaba ese medio, muy popular, sin embargo, en el arte británico. Actualmente están expuestas en Somerset House, de Londres.
El príncipe Carlos, aficionado al campo y a la agricultura ecológica, se ha inspirado a su vez con frecuencia en los paisajes de Escocia, su lugar preferido de vacaciones. Sus acuarelas, muy tradicionales en estilo, se exhiben en las Mall Galleries, y no están a la venta. El príncipe acepta todo lo más que a veces se vendan reproducciones de sus pinturas para obras benéficas.
Además, en estos días, el príncipe de Gales es también noticia por haber emprendido acciones legales contra la editora Associated Newspapers por la publicación sin su permiso en el semanal Mail on Sunday de extractos de sus diarios del viaje a Hong Kong que realizó en 1997. En sus notas, calificaba una ceremonia oficial de "espantoso espectáculo al viejo estilo soviético", y de "propagandístico", un discurso del presidente chino Jiang Zemin.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de noviembre de 2005