Pastores alaveses mostraron ayer ante la Diputación Foral varias ovejas muertas o heridas durante un ataque de lobos la madrugada del miércoles en el pueblo de Abornikano, en la sierra de Badaia. Los lobos entran desde Burgos y la única manera que tienen los pastores de defender sus rebaños son los mastines, para cuyo mantenimiento cobran 210 euros anuales. La noche del ataque, cinco de estos perros no pudieron impedirlo. Los pastores quieren que se contrate un servicio de guardas especiales para vigilar las zonas de entrada del lobo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de noviembre de 2005