Unos 70 vecinos del distrito de Sants protestaron ayer por el proyecto municipal que prevé ampliar la estación de Sants. La reforma convertirá la estación en "un centro comercial" y obligará a "cerrar tiendas y talleres" en las calles afectadas por las obras, explicó una representante de los vecinos, Txedes Vallès.
Simulando una marcha fúnebre y bajo el lema RIP por Sants, los vecinos argumentaron que el centro comercial "matará" al barrio. Los manifestantes también se oponen a la construcción de una rambla elevada bajo la cual pasarán las vías de Renfe. Aseguran que este montículo tendrá en algunos puntos 14 metros de altura y "dividirá al barrio", explicó Vallès.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de noviembre de 2005