El partido estuvo rodeado de grandes medidas de seguridad. Miembros de la Policía Nacional tuvieron que efectuar varias cargas sobre hinchas sevillistas, que se agolparon en las inmediaciones del Sánchez Pizjuán para recibir a los equipos. Los radicales lanzaron algunos objetos contundentes, lo que motivó que la zona se despejara cuando llegaron las dos expediciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de noviembre de 2005