El hundimiento parcial de un puente en construcción perteneciente a la plataforma de la línea Madrid-Valencia del Tren de Alta Velocidad (AVE) ocurrido en la mañana de ayer cerca de La Pobla Llarga (Valencia) causó cinco heridos, tres de pronóstico reservado. Los afectados, que fueron trasladados a los hospitales de Alzira y Xátiva, son cuatro trabajadores portugueses y uno valenciano. Todos fueron dados de alta horas después.
El accidente ocurrió sobre las 11.30 cuando los empleados culminaban el encofrado del último tramo del puente, de 89 metros de largo y unos ocho de alto, sobre el barranco de Barxeta. "Fue visto y no visto", comentaba un compañero de los heridos. Los tres más graves cayeron, por una pendiente de cuatro metros, sobre el hormigón desprendido al ceder el último tramo de la estructura del puente.
El alcalde de La Pobla Llarga y delegado del Consell en la provincia de Valencia, Rafael Soler, advirtió de que si el hundimiento del puente "los hubiera pillado debajo, los hubiera matado". El puente correspondiente a la plataforma del AVE se construye paralelo y a sólo tres metros del ya existente de la línea de ferrocarril convencional Xátiva-Valencia.
Éste es el segundo accidente este mes en infraestructuras que construye el Gobierno, después del registrado el día 7 de noviembre, cuando se desplomó un tramo de viaducto correspondiente a las obras de la autovía del Mediterráneo a su paso por Almuñécar (Granada). Ese siniestro causó seis muertos -cinco portugueses y un español- y tres heridos. El accidente se produjo al caer un tablero de 60 metros de largo por 12 de ancho correspondiente al puente, situado a más de 50 metros del suelo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de noviembre de 2005