Como si se tratara de Bourbon Street, en pleno Barrio Francés, la capital sonó ayer a Nueva Orleans gracias al pasacalles que por algunas plazas llevó la Spirits Jazz Band (en la foto, en el paseo del Prado).
El recorrido de esta formación, con instrumentos como el banjo, el clarinete, la caja, la tuba y la trompeta, es una de las propuestas de la 22ª edición del Festival de Jazz que acoge la ciudad durante todo el mes.
Más reposado, en un recinto como el Centro Cultural de la Villa, el festival está hoy protagonizado por Son de la Frontera, el último camino para encontrar el futuro del flamenco.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de noviembre de 2005