El Gobierno francés aprobó ayer el proyecto de tasa sobre los billetes de avión, destinada a ayudar a financiar la lucha contra el sida y otras grandes pandemias en los países en desarrollo y que suscita la oposición del sector aéreo. Esta "contribución de solidaridad" impulsada por el presidente francés, Jacques Chirac, entrará en vigor el próximo 1 de julio.
La implantación del impuesto, que debe oscilar entre uno y 40 euros por trayecto y que pagarán los viajeros que embarquen en Francia, ha generado críticas en el sector aéreo, que teme que lleve a la pérdida de miles de pasajeros y de empleos.
En respuesta a estos temores, Chirac declaró ante el Consejo de Ministros que este gravamen, por el que se recaudarán 200 millones de euros al año, ha sido concebido de tal modo que "no afecte ni a la competitividad de los aeropuertos franceses ni al empleo en el sector aeronáutico".
El plan es que los viajeros que embarquen en Francia paguen un euro en clase económica y 10 en la de negocios para los vuelos dentro de ese país y hacia los 25 Estados de la UE. Para los vuelos fuera de esa zona el impuesto subirá a cuatro euros en clase económica y a 40 en primera clase o de negocios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de noviembre de 2005