Unos 300 padres de alumnos, muchos de ellos acompañados por sus hijos, cortaron ayer la entrada al colegio de educación Infantil y Primaria Alfredo Cazabán como medida de protesta ante el abandono que sufre el centro, con dos de sus tres edificios clausurados por peligro de derrumbe. La asociación de padres acordó repetir la protesta todos los jueves hasta que el Ayuntamiento de Jaén (PP) cumpla con el acuerdo de hace cuatro años con la Delegación de Educación sobre el arreglo de colegios. El Alfredo Cazabán, con 587 alumnos, quedó bajo responsabilidad municipal.
El edificio de infantil del colegio Alfredo Cazabán fue clausurado hace tres años por peligro de derrumbe y obliga a que los menores asistan a clase en aulas prefabricadas. Hace dos semanas, el edificio del gimnasio y los vestuarios también fue cerrado tras dos informes, uno de la Inspección de Trabajo, Seguridad e Higiene y otro de la Delegación de Salud, que instaban a la clausura "inmediata" por "falta de seguridad ante el peligro de derrumbe". Miguel Medina, representante de los padres, calculó que se precisa una inversión "con la máxima urgencia" de 180.000 euros.
El concejal de Educación, Fernando Zaldúa, y la delegada de la Junta, Angustias Rodríguez, mostraron su disposición a llegar a un acuerdo.
El Ayuntamiento pide un edificio nuevo. "Si la Junta sigue manteniendo su postura de respetar el actual edificio, tendrán que ser sus técnicos los que asuman las certificaciones de las obras", advirtió Fernando Zaldúa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de noviembre de 2005