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El Festival de Huelva presenta un filme sobre el legado del Che Guevara

El XXXI Festival de Cine Iberoamericano de Huelva acogió ayer la presentación de la película Di buen día a papá, del director boliviano Fernando Vargas. La película boliviana ha sido seleccionada para representar a ese país en los Goya y en los Oscar. El filme, ópera prima del director, relata la historia del pueblo de Vallegrande a partir de la muerte del Che Guevara, símbolo de la revolución para Latinoamérica.

Fernando Vargas señaló ayer que la película narra la historia de una familia de ese pueblo boliviano que durante 30 años escondió los restos del Che, "sus amores, sus conflictos y sus reconciliaciones en los 30 años que transcurren entre la guerrilla del Che Guevara en 1967 y la exhumación de su cadáver en 1997". Vargas subrayó que el filme "ha querido ofrecer un enfoque diferente al que se contó cuando se exhumó su cadáver". Vargas señaló que la cinta se aleja del tono documental para profundizar en "la influencia que dejó el líder en la vida de los vecinos de Villagrande".

Exhumación

Vargas afirmó que la trama de la película comenzó a escribirse en 1997, cuando el director asistió a la exhumación de los restos del Che en ese pueblo. "Conocimos a muchos vecinos y recogimos testimonios que nos impactaron", dijo. "La historia profundiza en la vida de un hombre despojado de su rol de líder, que llevaba una vida netamente local", agregó.

El director precisó que la importancia de la película reside en que "los vallegrandinos vieron por primera vez al Che en 1967, ya muerto, después de ser asesinado, nunca lo habían visto vivo y la gente lo considera un alma cuya vida no está completa y cuyo regreso se evoca el día de Todos los Santos". Los principales intérpretes de la película son los actores bolivianos Isabel Santos, Paola Ríos, José Veliz, Bismark Virhuez y Soledad Ardaya.

Por otro lado, también se presentó ayer la película Ciudade Baixa, del director brasileño Sergio Machado. La cinta narra los avatares de dos jóvenes, Deco y Naldinho, que se ganan la vida como transportistas y realizando pequeños golpes a bordo del Dany Boy, un barco a vapor que compraron juntos. Un incidente les obliga a huir a El Salvador.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de noviembre de 2005